Lic. & Prof. E.J.Martínez-Avellaneda
Para comenzar; lo que conocemos como DINERO en realidad no tiene nombre. Veremos como esa unidad de pago, por la cual muchos dan su vida, salud y tranquilidad se ha originado.
La primera necesidad de una economía básica, es el registro de la producción social, servidumbre, tributo, comercio. Esto conduce, en un acto nada grandioso, al nacimiento de la escritura. Ella es, por más que parezca una conquista excelsa de la humanidad, nada más que una herramienta de dominación, desarrollada por los primeros centros urbanos.
Uno de los casos estudiados en profundidad es Mesopotámia. La escritura allí usaba como soporte arcilla. Las evidencias más antiguas son solamente cuentas de arcilla dentro de sobres también de arcilla, las cuales representaban objetos o personas a contar. Con ellos los recaudadores impositivos sabían cuanto debían pagar los súbditos y cuales eran sus posesiones. Por lo tanto se asocia la escritura a la contabilidad del tributo. La palabra cuenta tiene varios significados en la actualidad. En latín, la palabra calculus designa por igual; piedras, cuentas y operaciones aritméticas.
Aparece en las ciudades estados un segundo elemento vinculado con la escritura y el tributo: las unidades de medidas y pesos, para granos, cueros, telas, tierra, etc. En Creta, hace aprox. 5000 años se empleó como unidad de medida el Talento, la importancia de ello radica, que con el tiempo el Talento se convierte en unidad concreta. Aparecen los lingotes de bronce con un peso de un Talento, los cuales se conservan hoy en Museos.
Se hallaron indicios de ellos en la civilización del Indo (Harappa y Mohenjo Daro), en Mesopotamia, así como leyes locales que establecían multas, precios de referencia a productos corrientes y tarifas a un 20% anual. Con el fin de facilitar su empleo como medio de pago, los lingotes se fabricaban de gran tamaño que luego se cortaban en trozos pequeños o se estiraban en formas de varillas para transformarlos en collares, pulseras o anillos de un peso determinado para facilitar el cierre de las transacciones.
A partir de su origen insular la economía mediterránea comienza a expandirse y exporta todos los elementos agrícolas y comerciales. Estas civilizaciones; egipcia, mesopotámica, micénico-cretenses se basaban en el trigo, el ganado, el olivo, los metales, el vino de dátiles, la cerveza egipcia, el vino de uva del mar Negro.
En los valles de Anatolia tribus helénicas, los Frigios, Jónicos, Dorios y Lidios crean una singular constelación de ciudades-estados agrícolas y comerciales. En esa región los asirios establecieron colonias regulares y tenían rutas entre su capital Assur y sus colonias. Allí los comerciantes asirios pagaban tributo y se les garantizaba el pasaje seguro de sus caravanas. Anatolia era un centro abundante en cobre, en tanto que la Mesopotamia era a su vez proveedora de estaño. En las costas de Asia y África se establecieron pueblos semitas, en tanto en los valles de Anatolia y en Europa se establecieron pueblos indoeuropeos. El Mediterráneo fue el punto de encuentro e intercambio mutuo.
Hacia el 550 ane. los lidios en el reinado del poderoso rey Creso, cuya capital era Sardes, crean las primeras unidades de transacción (moneda), siendo este un momento crucial en la historia humana [La palabra MONEDA, deriva de uno de los sobrenombres de la diosa Juno de los romanos, MONETA. En cuyo templo se acuñaban las unidades de pago (<> en latín, que significa contentar, satisfacer)]. Esas primeras monedas del rey Creso se usaban para pagar a los soldados mercenarios ya que eran demasiado valiosas para el comercio. Las primeras monedas Lidias eran de Electrón, una mezcla de oro y plata que se encontraba en estado natural. La principal moneda era el Estater de 14 gramos de electrón. La moneda pasa de Lidia a la isla de Ëgina, isla griega sita en el golfo de su nombre y surge el Dracma de plata. La principal moneda era el Tetradracma de 17 gramos de plata, la cual fue norma comercial del Mediterráneo por siglos.
La moneda Lidia era una división del talento de bronce (ya conocida por los cretenses) en trozos pequeños, este cambio en cantidad trae aparejado un cambio en calidad. La moneda es de uso fácil y permite intercambio sin necesidad de balanzas o conocimientos especiales. Ocurre así la difusión del comercio entre masa de poblaciones. Agregándose un elemento importante: el uso de metales preciosos.
Será Darío I el Grande el organizador del Imperio Persa, quien al conquistar el Indo en 510 ane. Introduce un elemento esencial; la moneda, tomada esta de sus conquistas en la costa griega. La India le suministró como tributo, oro en abundancia, lo que permitió a Darío I crear el primer sistema bimetalista que conocemos.
Darío I creó dos monedas: El Darico de oro (de su nombre Darío) que se conocerá más tarde como Denario y al cual los romanos llamaron Denarius. (de ahí viene el nombre ). Él también estableció la equivalencia entre dos metales, al fijar la ecuación de cambio: un Darico = a 20 siclos o siglos de plata. El Darico tenía 8,35 gramos de oro en promedio y el siclo 5,35 de plata o sea, 8,35 gr. de oro son 5,35X20=107gr. de plata. La relación 107/8,35=12,8. Esto continuó así, en las proximidades de este número hasta la revolución Industrial en 1750 ne.
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