Lic. & Prof. E.J.Martínez-Avellaneda ©
ELEANOR
y
los
DERECHOS
HUMANOS
En 1941 la Alemania Nazi estaba en su apogeo
(II Guerra Mundial). Lanzándose contra
su aliado la URSS con la que había firmado en 1938 un Tratado de Comercio y
Ayuda Mutua.
El
tratado en realidad fue entre los partidos políticos de ambos países. El Partido
Comunista de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas (PCUSS) y
el Partido Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores (NAZI).
Ello
motivó el encuentro el 14/8/1941 del Premier Churchill y el Presidente
Roosevelt en la bahía Argenti en Terranova Canadá, Redactándose en ese lugar la
Carta del Atlántico, con las libertades estatuidas por el presidente
americano. Basada en puntos ya utilizados por el presidente Woodrow Wilson en 1918.
Conocida
en su momento, la declaración conjunta británico americana como “Libertades
Roosevelt”. Libertad de autodeterminación de los pueblos, libertad de
condiciones a las naciones para adquirir materias primas, liberar a los pueblos
de la pobreza y el miedo, “Un pueblo con miedo no es un pueblo
libre”
La
Carta del Atlántico podría ser uno de los antecedentes de la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, ya que fue la esposa del difunto
presidente Roosevelt, ELEANOR ROOSEVELT la que planteó
en la ONU, fundada tres años antes, la necesidad de defender
universalmente los derechos humanos.
La
Organización de las Naciones Unidas formó un comité en 1948, el cual eligió
como presidente del mismo a Eleanor Roosevelt. Sus principales redactores además
de Eleanor fueron: John P. Humphrey de Canadá, C. Chang de China, Charles Malik
del Líbano, Housa Meth de India, René Carsin de Francia y muchos otros.
Como
vemos Eleanor presidía, organizaba e impulsaba todo ello. Con su prestigio,
energía sin fin y su habilidad para acompañar, cuando se debía, enfatizar con humildad y
humanidad, para hacer que se moviera el cuerpo diplomático de la ONU, para que
fuera aprobada la Declaración por la Asamblea General.
No
fue esto una tarea sencilla, pero en realidad fue su obra más destacada. Ya que
Eleanor Roosevelt dejó su gran legado a la humanidad por el cual será recordada
por siempre.
Ella
luchó para que la Declaración fuera escrita en un lenguaje simple y llano y que
fuera aceptable a todos los miembros de las Naciones Unidas y a todas las
comisiones y comités que participaron en su redacción.
Fue
votada por la mayoría de las naciones en 1948: solo Arabia Saudita, la URSS y
sus países satélites no votaron. En 1949 la nueva República Popular China
retiró su apoyo a la Declaración Universal de los Derechos Humanos. No es la
Declaración de los Derechos Humanos un documento que obligue, sino para que
todos los países luchen por los Derechos Humanos.
Hoy
los países son juzgados por su adhesión a estos principios y muchas
Constituciones los tienen integrados. Grupos humanistas, como Amnistía Internacional
se remiten a ella cuando realizan sus evaluaciones.
Sabemos
que no es perfecta la Declaración Universal de los Derechos humanos y sus
creadores así lo han sostenido. Pero persuasivamente ellos van siendo
universales. Como dijo un disidente en China, “La Declaración Universal de
los Derechos Humanos es para la humanidad no solo para los occidentales”.
Vayan
estas líneas como un homenaje en este mes de la mujer (marzo), a ELEANOR
ROOSEVELT esa mujer increíble en su fortaleza, para llevar adelante tan
increíble tarea, ella fue la que marcó e hizo posible el ejercito de la PAZ, de
los activistas internacionales de los Derechos Humanos.